Llegué a Zeus BOX Training recién aterrizado en México, en plena pandemia, buscando mi primer proyecto grande fuera de Chile. Era un salto de fe.
Zeus se convirtió en mi validación: el lugar donde pude aplicar todo lo que había aprendido y demostrar de verdad lo que podía hacer.
Ellos no tenían una identidad visual y yo quería ayudarlos a encontrarla y mostrar al mundo la comunidad que ya eran.
Este video nació para mostrar lo que realmente es Zeus BOX Training: una comunidad fuerte, energética y alegre, un lugar donde la gente se apoya y crece junta. Usé testimonios en tres palabras de los mismos alumnos, planos de WOD en equipo y cámaras lentas para capturar esa fuerza colectiva. Quise darle un color propio, reconocible, y mezclarlo con un ritmo casi documental, potente y auténtico.
Zeus BOX Training era un espacio amplio y bonito, pero su verdadero potencial no se estaba mostrando. Al mirarlo con ojo de filmmaker descubrí algo único: una iluminación y unos colores que podían destacar muchísimo, y una energía propia que merecía ser vista desde afuera. Esa combinación fue lo que definió la esencia del lugar para mí.
Lo primero que me llamó la atención fue la intensidad con la que entrenaban, y lo segundo fue lo unidos que eran para hacerlo, para organizarse y para hacer comunidad.
Yo quería capturar sus momentos de esfuerzo, pero principalmente lo felices que eran entrenando, lo mucho que se apoyaban y la cantidad de horas que dedicaban solo por gusto.
Y al final, este proyecto me permitió entender qué tipo de filmmaker quería ser. Me mostró qué tipo de trabajo realmente me llenaba, qué historias quería contar y hacia dónde quería dirigir mi energía. Fue el punto de inicio, el paso que abrió la puerta para todos los proyectos que vinieron después.
Yo quería capturar sus momentos de esfuerzo, pero principalmente lo felices que eran entrenando, lo mucho que se apoyaban y la cantidad de horas que dedicaban solo por gusto.
Y al final, este proyecto me permitió entender qué tipo de filmmaker quería ser. Me mostró qué tipo de trabajo realmente me llenaba, qué historias quería contar y hacia dónde quería dirigir mi energía. Fue el punto de inicio, el paso que abrió la puerta para todos los proyectos que vinieron después.