Asgard era un box con muchas ganas y gente muy motivada, pero que estaba recién partiendo. Su fortaleza estaba en dos coaches con mucha experiencia y un espacio bonito, que ofrecía mucho potencial.
Asgard era un box nuevo, con muchas ganas y mucho potencial, pero aún sin identidad propia. Durante la sesión, me enfoqué en capturar la energía del espacio y la motivación de quienes entrenaban, buscando composiciones interesantes, ángulos diferentes y juegos de luz que destacaran lo mejor del lugar.
Fue mi primer proyecto enfocado principalmente en generar fotos para redes sociales, siguiendo lo que el cliente necesitaba. A pesar de ser un encargo más dirigido, pude mantener mi mirada como filmmaker y mostrar el espacio de forma atractiva y auténtica.